Constante evolución
Durante los últimos años la lechería uruguaya ha experimentado cambios muy importantes en sus sistemas de producción, con una intensificación que le ha permitido incrementar significativamente la productividad por vaca y por hectárea, de una forma e ficiente y sustentable. Por eso creamos programas de planes de apoyo a la producción a través de proyectos basados en el asesoramiento técnico agronómico y veterinario. Los sistemas de aseguramiento y control de calidad y la inocuidad en los productos manejan los estándares más exigentes basados en las mejores prácticas y en el aseguramiento de los procesos productivos. Accediendo a un software de seguimiento mensual en el portal lechero y reuniones grupales para el análisis y discusión.
El mismo ha sido diseñado para promover el trabajo conjunto entre productores, técnicos asesores, consultores, y técnicos de la Cooperativa a través de un seguimiento de los indicadores que impactan sobre el resultado final, entre los cuales se destacan: producción individual por vaca, carga, costo de alimentación, margen de alimentación y gastos de funcionamiento. De esta forma de una manera sencilla y amigable más de 900 productores y 120 técnicos asesores siguen de cerca la gestión de los tambos remitentes. Es importante para nosotros el contacto con nuestros productores, por eso ofrecemos la posibilidad de seguir el crecimiento de pasturas y cultivos. A través de la interpretación de imágenes satelitales, se monitorea mensualmente las pasturas, haciendo disponible esta información en el portal lechero para técnicos y productores.
Nuestros tambos
Los tambos son el primer eslabón en la cadena láctea, y la calidad de la materia prima que remiten es fundamental para que la industria pueda fabricar productos de primer nivel. Cada vez más, los consumidores en todo el mundo reclaman garantías de que están comprando “Productos Seguros”, esto es, productos inocuos, saludables y sanos. Para garantizar la calidad de sus productos, Conaprole gestiona un programa de control y mejora continua de la calidad de leche en el tambo, el cual se basa en el control y monitoreo periódico y en un sistema de pago de la leche por calidad. Es sistema de pago bonifica la leche con recuentos de células somáticas menor a 300 mil y con recuentos bacterianos menores a 50 mil uFc, penalizando la leche que se aparte de estos parámetros. Las gráficas muestran la evolución del contenido de células somáticas y recuento bacteriano durante el último ejercicio.
Con el fin de asegurar la calidad e inocuidad de la leche, se exige también el cumplimiento de las refrendaciones sociales anuales, así como la ausencia de inhibidores del crecimiento bacteriano. La política establecida para la prevención y control de estas desviaciones se basa en la capacitación y fuertes penalizaciones en caso de ocurrencia.
Se cuenta con un Manual de Buenas Prácticas Lecheras, como guía para mejorar los procesos del Tambo, promoviendo el uso de herramientas informáticas para un mejor control de la calidad higiénico sanitario en los establecimientos. Esto sumado al apoyo permanente a los remitentes, con un equipo conformado por once técnicos especializados en inocuidad y calidad, garantiza excelentes resultados.
